miércoles, 1 de diciembre de 2010

Oda a la Eternidad

2 comentarios:

  1. ¿Y si se equiparan el momento y la acción con los números naturales? Tendríamos que una mentira dicha en fin de semana, por la regla del menos por menos, más, no es tal mentira, sino que se obtiene una verdad. Así, uno puede mentir con desahogo, aunque en el más o menos recóndito rincón en el que cada uno lo haya retenido, lo que pasó en la fiesta siga siendo una verdad muy diferente al múltiplo de dos mentiras -y no salga de la fiesta-. Luego está el hecho de mentir entre semana: eso sí es mentir en toda regla. Pero de algún modo hay que aliñar la rutina. De mentiras también se vive, parece, pero mejor pensar que hay fiesta más allá del fin de semana. ¡Chin-chin!

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  2. Je, je, ¡chin-chin!

    FGL

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